Hoy mi alma se ha desmayado
en los brazos de la noche herida
hasta el silencio, de ruidos está cargado,
y mi pluma despiadada nubla mis pupilas.
Hoy el aire al mismo cielo azul, agrieta
muero a una velocidad sin prisa
afuera la noche respira lenta
y mi piel se viste con espesa neblina.
Hoy mi pluma se tomó de las penas
y siento que el verso me despelleja.
Mañana... ¿A qué me empujará
el verso en la noche con estrellas?
Poemas de Pepita Fernández
(Argentina)
27/10/20