Apúrame que tal tarde
para hacer las cosas contigo en la cama
antes de esto siempre
en que me enredo yo en mi propio juego
aparte para esquivar los oscuros síntomas
que produce en mí esta terrible soledad
y puedes verlo por ti misma
en mis heridas dibujándose
si al anochecer un fugaz relampagueo
casualmente enciende el cielo todo
en visiones instantáneas
de una realidad maravillosa
confundido ya este mundo
lejos yéndose absorto
bajo nuestros pies descalzos de arrogancia
desligados de todas esas cosas pesadas
a las que es mejor no hacerles ni caso
completamente como si no estuvieran en apariencia
liberándonos puramente al deseo
mutuo espero de abrazados
tambien con los muslos
probemos toda la gama de besos posibles
desde el hielo hasta el fuego
temibles los dos el peligro ambos lo somos
tranquilos amándonos cuando las hormonas lo manden
de eso sí sabemos que jamás estaremos sobrios solo.