EXÉGETA
Y atrapado en el centro está el poeta,
exégeta del libro de la vida,
ejerciendo, a su pesar, de druida,
en labor analítica y discreta,
alentando la cordura y la medida.
Un libro dispar e impredecible,
con renglones desiguales e inconexos,
con borrones, tachones, trazos gruesos ….
un rimero de historias increíbles
que alternan el acierto y el exceso.
Con páginas repletas de renglones
impecables, derechos, congruentes,
que hablan del buen hacer de mucha gente,
con historias de muchos corazones
que bebieron del amor y de sus fuentes.
Y otras muchas, escritas color rojo,
que hablan de miserias, de hambres, guerras,
de avaricia, de puertas que se cierran,
y que inundan de lágrimas los ojos
al sentir el dolor que ellas encierran.
Con páginas en blanco por pandemias
que paralizan el transcurrir del mundo,
que lo vuelven un valle gemebundo
de triste fin si nadie lo remedia,
todo un borrón fatídico y rotundo.
Y mientras el poeta, confundido,
intentando leer sus entresijos,
rebuscando a su musa en escondrijos
entre brumas, estrépitos y ruidos,
por llevarla, de ruinas, al cobijo.
Intentando componer algún consejo
para hacer el vivir más transitable,
intentando entrever la cara amable
de este libro que nos pone ante el espejo
de la vida, de forma inevitable.
Jose Cruz Sainz Alvarez
Octubre de 2020