En una tela blanca, has forjado un deseo,
no has temido expresarte y me has dicho lo cierto;
Has escrito verdades, con lágrimas de acero;
“lo más lindo de esto fue habernos descubierto”.
Las hojas de un cuaderno, son testigos del tiempo;
con palabras tan puras, has descrito tus sueños.
Y no puedo negarte que mil veces las leo;
y me mata una letra, y me ahoga el recuerdo.
Unas líneas gravadas con “stilus” del alma;
que transciende los días, y pintan esperanza.
Una obra de arte, como nadie ha logrado,
porque dice “te amo como nadie te ha amado.”
Y todas las palabras se quedan en silencio,
porque ha hablado el latido que retumba en tu pecho.
Y todas las palabras que han marcado mi historia;
son ilusas rehenes de tu dedicatoria.