DESVARÍO.
La amé haciéndola mía sin serlo,
como la abeja ultraja la flor sin merecerlo;
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Si aún el suspiro por olvido o recuerdo,
escapa del alma a veces sin quererlo.
Así la rama seca que del árbol cuelga,
es parte de él aunque no la recuerda,
indeleble estigma de vida longeva y lerda,
que el tiempo se lleva sin que se dé cuenta.
La amé ayer y quizá la amo ahora
y la amaré en el futuro que se avizora,
porque aunque no es mía y sea de otro,
en mi pensar yace indeleble su rostro.
Sé que no sabe que la llevo dentro,
amándola con este amor callado,
tampoco sabe que la vivo y la sueño,
aunque por soñarla he desvelado.
Y he acariciado su piel virtual,
en el desvarío etéreo de su figura,
que sin mácula, angelical y pura,
mi alma desnuda en lascivo ritual.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Septiembre 1 del 2019.