Miguel Angel Garrido

MUJER SOLA

Envuelta de pena y sola, alma tibia,

un largo adiós es tu noche cerrada.

A veces fría como el viento que pasa,

cansada por costumbre de la vida.

 

En torno a ti, suena una melodía

de pasos tenues en calles solitarias.

Empieza el día volviendo la mirada

a un tiempo de renuncias y mentiras.

 

Sintiendo ahora esta cama tan vacía,

te atrapan graves cosas del pasado

y quedan a tus sábanas pegadas.

 

Afuera huele a otoño. Ama, vive y olvida

aquel dolor de un tiempo ensimismado,

sus horas que brillan en la distancia.