En lo profundo de estas olas
algo se mueve;
nos asomamos desde cubierta
pasmados de asombro,
con cierta indecisión
y muy temerosos
por de lo que pudiera tratarse.
Una sombra enorme,
unos ojos de fuego incandescentes
cada vez más cerca...
El barco empieza a moverse
zarandeado por esta gran presencia
bajo el agua
y oigo un sonido
como de madera al astillarse
cada vez más fuerte
mientras entre la tripulación
ya cunde el pánico:
unos se arrojan a su misma muerte
precipitados por la desesperación más cruda,
otros se aferran a lo que pueden
en un vano intento por salvarse
de esas tremendas, oscuras fauces
que devoran todo lo que esté a su alcance
mientras su avance nos arrolla y nos devasta
y yo parado reflexiono viendo en torno mucha sangre
y los estragos, cuando de repente siento algo
muy potente como un viento golpearme
y pierdo la conciencia momentánea...
Cuando la recupero estoy hundiéndome bajo el agua;
empiezo a agitar los miembros
que no me responden con facilidad;
cuando lo hacen trato de ascender a la superficie
como pueda para aferrarme a algunas tablas
mientras observo en torno rostros
de cadáveres conocidos teñidos
por la claridad lunar,
y esto me espanta,
y oigo un eco retumbar como debajo de algo
que no veo, que mis ojos ni la luna
alcanzan a tal profundidad,
y lo siento acercárseme,
cosa que realmente me aterroriza
mientras me tropiezo en mi torpe ascenso,
y dificultoso, que parece que no se acabará,
con los cuerpos inánimes, algunos tan jóvenes
y ya llevados por la parca cruel
con su risa sardónica en la luna proyectada.
Entonces me despierto en una cama de hospital todo blanco rodeándome...