Sin saberlo alcanzamos los horrores
Del ser al no ser, somos fugitivos.
Sin saberlo avizoramos honores
De servidores recios, pero activos.
Sin saberlo descubrimos embustes
De gestores necios, de aires altivos.
Ya sabedores trabamos combates
De peliaguda estirpe y tintes negros.
Ya no sorprenden los extravagantes
Con alarde cruel como insolidarios.
Esperanzados como caminantes,
Con los acompañantes generosos,
Huimos de embates unilaterales
Orientados a los mejores logros.