¿Qué pena te aqueja
que veo en tus ojos
pintada la tristeza?
¿Acaso, las flores de tu jardín
no exhalan sus perfumes
ni muestran sus colores?
¿O el canario, en su jaula
ya no trina?
Cuéntame tus cuitas,
¿una falsa ilusión
tu corazón ha herido?
o ¿los amores que soñabas
se han perdido?
Mi niña, no llores
la vida, al caminar apurada
nos deja alegrías y dolores
y todo pasa, todo pasa
Mañana has de reírte
de tus lágrimas pasadas
¡volverás a ser la niña alegre
que adornaba mis mañanas!