El día que decidí quererme,
más de dos o tres preguntaron,
¿Por qué ahora eres imágenes y sensualidad?
¿Por qué ahora eres poesía si durante años poco supimos de ti?
¿Por qué vuelves al lienzo si el cajón de óleo en telaraña se ahogó?
¿Por qué cantas si al parir decidiste hacer arte en ellos y de responsabilidad tu vida se sació?
El día que decidí quererme
respondí.
Porque hoy decidí
ser como nunca había sido,
sentir como nunca había sentido,
mi modelo cuando la fotografía me consideraba una desconocida,
letra después de leer mil versos que no hablaban de mí y,
hacer de mi alma el lienzo más valioso que en mi vida conseguí.
Ser y hacer de mi canto y voz
el cauce que lleva mi sentir,
decir y gritar al tiempo
con ritmo y sin ritmo,
que aún tengo mucho qué decir...