Le canto, le canto al tiempo,
a la luna, al estofado,
a las cosas que me pasan
si de pronto yo me amargo,
buscando desesperada
el conseguir una mano
para poder progresar
en el camino atareado
de tristezas sin sentido
y alegrías de fandango,
mientras el mundo me lleva
arrastrándome sin asco.