LAS FRAGANCIAS DE SUS CABELLOS.
Se soltaba de sus cabellos el brillo que le daba el nombre a las estrellas y el nombre a aquellos caminos dibujados por estelas. Sus cabellos me hacían la noche, el sueño, el deseo y la vida, con brisas que, por lociones, me hacían olvidar el día.
Se soltaba de sus cabellos el brillo que le daba el nombre a las estrellas: el nombre de ella era el mío, igual que el mío era de ella. Por esos cabellos de niña, mi boca escalaba a la suya. ¡Qué dulce sabía mi vida con tanto beso y locura!
Se soltaba de sus cabellos el brillo que le daba el nombre a las estrellas y el nombre a aquellos destinos dibujados por cometas. Sus cabellos me hacían la noche, el sueño, el deseo y la vida, fragancias que, por entonces, me hacían olvidar el día.