Yo no sé;
y quizás nunca sepa,
lo que fue de tu vida.
Lo que has hecho después
del adiós mas profundo que escuché de los labios que besé con locura.
de esos ojos marrones
de esa tibia dulzura.
Qué habrá sido del hombre que atrapó tu mirada
cuántos hijos te ha dado,
cuántos años de calma
cuántos tiempo de fuego
y sosiego en el alma.
Cuánto abrazo ha pasado
por tu cuello
Y tu espalda
por tus hombros preciosos
que besaron la almohada
de aquel otro distinto que ocupó tu mirada.