Raúl Carreras

Noviembre

Lánguido se acerca ceniciento,
melancólico, doliente,
entre cielos llorosos
y tardes decadentes.

Regresa con los soles perezosos,
murmurando maldiciente
banales plegarias quejumbrosas,
como antaño y como siempre.

Porque siempre otoñal
en las vidas reaparece,
en la hoja seca y en la fría corriente,
en el florido camposanto
y en la memoria de la muerte.

En esas noches que se envuelven
con la densa bruma,
donde habitan las almas y los entes,
donde asoman, al brillo de la luna,
arácnidos y sierpes.

Trae nostalgias y tristezas,
ese escorpión que llega de repente,
clavando el aguijón
de duelos eternos y perennes…

Acude sensible,
romántico vuelve,
sombrío, inclemente,
de nuevo…, noviembre.