En el aire que respiro,
En mi sagrado alimento,
Estás en cada momento
Transformada en un suspiro;
Eres eterno, amor mío,
Mi más ardiente deseo,
En todos lados te veo
En mi loco desvarío;
En la silueta lejana,
La frondosa cabellera;
En la luz de la mañana
Que me llega desde afuera,
En lo profundo de mi alma
Donde vives prisionera;
Sólo a tu lado consigo
Abandonar el recuerdo
Porque enciendes la llama
Con la pasión que me llevas;
Eres ternura y cariño
El gran faro que me orienta…