José Luis Barrientos León

Y tú, entre luces y sombras

 

 

 

 

Y tú, que cruzas las horas secas de mi vida

Como imagen altiva de olvido

Como incienso ceremonial de abandono

¿Dónde has dejado tu oído?, que no escuchaste mi canto

 

No, ya no es hora de noches plenas

Ya no quedan estrellas de luz suave

Alucinantes, para reposar los sueños

No, ya la hora es de sombras entre  nieblas acuosas

 

T tú, que germinaste armonías en tu vientre

Que diste latido y voz a la vida nueva

Acaso preñas en esta hora el silencio cruel de los abismos

Donde las aves mueren y el manantial se pierde entre las rocas

 

No, ya no es hora de viacrucis o de rosas sin aroma

Ya no flotan hacia mí las sombras de la inquina

Una luna azul expolia la noche oscura

Y de su sombra surges tú, enmudecida de paz y calma

 

Y tú, que brotas entre fuentes renacidas

Cruzando las horas húmedas de mis días

Acaso cruzaras el lago, entre sus tiernas neblinas azules

Acaso inundaras mi alma, acaso volveré a la vida