RIVAS JOSE

Camino a la montaña.

Me voy camino a la montaña, despacito con el rostro

risueño y alto con la esperanza de llegar a las tibias aguas ,

de aquel hermoso  dique donde sus aguas cristalinas,

fluyen  de arriba hacia abajo entre pedradas blancas.

 

Hermosas pedradas blancas de los arrebujes que están de lado a lado,

donde el colibrí pica flor revoletea las  inmensas flores amarillas,

absorbiendo el jugo delicioso de las flores que allí posan,

entre audaces revoloteos acrobáticos y el frenesí .

 

Sigo directo a la montaña, donde la naturaleza abraza a mi alma,

donde la naturaleza me refresca con su brisa suave ,

donde las sombras de aquellos hermosos árboles cubren mi alma completa,

donde la naturaleza me entrega la porción de aquella tranquilidad.

 

La porción de aquella felicidad indescriptible e inmensa,

¡he allí mujer del recuerdo!

¡he allí mujer del presente ¡

¡he allí mujer del pasado y de mis sueños donde te pienso con amor!

 

Sigo el caminito largo, muy largo de tierra negra,

en donde los arrebujes están de lado a lado,

en donde las flores amarillas se mecen de lado a lado,

en donde los cantos de hermosos pajaritos gritan en todos los árboles.

 

Se escucha a lo lejos el tic tac de las potentes hachas,

de los leñadores fluyentes de la montaña,

donde la tranquilidad espesa arropa a mi alma,

regreso a mi casa entre sonrisas alegres.

 

En donde la tristeza amarga se va de lado a lado,

y la sonrisa cubre mi rostro simultáneamente,

para solo darme la felicidad llena  de la serranía y mastranto,

¡me voy ¡ ¡me voy! ¡me voy!

 

RIVAS JOSE

30-10-2020

Barinas –Venezuela.