Para un poeta es la poesía
la única esencia de su razón,
igual para un ingeniero, lo será la ingeniería
por ser esa su noble profesión…
Ambos entregan a cada una su dedicación,
uno en metafórica rima se expresa,
mientras el otro investiga la ciencia
entre aditivos y catalizadores
y a veces subestiman a los trovadores
por falta de razón o inteligencia.
Mientras aquel intenta el mundo transformar
con idílicos escritos y canciones,
este estudia propiedades y aplicaciones
con substancias del mundo natural…
se interesa en energía y densidad
y a través de método cualitativos
hacen su aporte investigativo
y olvidan la labor del bohemio que escribe,
Aquel que entre líneas y borrones vive
su mundo entre sueños construido.
El poeta en su mundo de soledad
construye en su mente un elevado trono.
El ingeniero entre elementos que no poseen carbono
descubre lo inorgánico, y eleva su ego
entre cálculos de raíces y cosenos;
calculando el tiempo y la masa,
mientras el poeta su mocedad la gasta
entre párrafos que recogen su inspiración,
lanzando al mundo su noble corazón
que palpita ilusionado y no se cansa.
Esta dialéctica de Ciencia y Poesía
algún día se acabará…
ambos son útiles a la sociedad
porque al faltarle alguno sucumbiría…
uno le lleva sueños y alegría
y el otro le entrega su conocimiento;
ambos son inquietos como el viento,
y ambos como el agua, necesarios son:
hagamos de la ciencia una bella canción
y de la poesía, un gran experimento.