jesus urquiola
Tú una y mil veces más.
Te buscaría hoy una y mil veces más; pero mi castigo fue tu desgracia.
¡Y Llorarán los Ángeles! después de ti, por aquel tu Inolvidable Adiós.
Es que Muy tarde entendí que no hace falta Buscar amor porque no hay Razón después de vos.
Sálvame. Compadécete y Quiéreme otra vez porque te juro que en la noche en que me quieras decidiré! o tú, o ninguna.