Yo tengo un buen amigo
un amigo de verdad,
sus palabras de porcelana
acarician mi caminar.
Sus ojos son de miel
su alegría es de pan,
cuando nuestras miradas se juntan
el día gana un brillo especial.
En los días de dolor
sabiamente me acompaña,
sin prejuicios y sin juicios
aligera el despertar.
Me alegra verle en días de sol
mas lo necesito en mi penar,
con su escucha y sus consejos
me pone en libertad.
No es fácil encontrar una amistad
es un tejido especial,
un bordado que con el tiempo
adquiere un valor sin igual.
He de admitir
que me gusta la soledad,
mas su presencia en mi vida
invita a reflexionar.