Abandonado el tiempo,
las horas gesticulan un suspiro,
los mares se retiran de las costas
y mi alma dolorida lanza un grito.
Las gaviotas se alejan
de los enormes riscos
volando entristecidas,
huyendo de una tierra sin cariño.
Y yo, acompañada de los minutos
llenos de tedio y dolor infinito
te extraño mientras llueve
un poco de tu olvido.
Anna Gutiérrez.