Percibimos el mundo
en un grano de trigo,
en la risa de un niño,
en la luz de la luna
o en una fosa abierta.
En el trino de un pájaro
el balar de una oveja
en las cosas actuales.
y en las otras,
ya viejas.
Los que vemos al mundo
como un gran corazón
que late con cariño
aun,
sintiendo dolor.
En este mundo nuestro
que otros ven con los ojos
lo vemos con el alma
palpando,
sus despojos.
Esto no lo enseñó
ni el monje más asceta,
los hermanos del vate
son,
los otros poetas.