Esteban Mario Couceyro

Esperando un día más

Estar parado en el camino
sin saber del destino
el por qué
ni cuando será
que cada uno de esos pasos
dejarán las tenues huellas
borrándose, abandonadas
al viento de la madrugada
perdiéndome del pasado
naciendo a lo nuevo
al sol, tibio sol
de un día más a vivir.

 

Por qué todo ha de pasar

y yo detenido, aquí

mientras ocurren

mas allá

con la constancia de un río

que inevitablemente

desembocará

en el futuro.

 

 

La calle solitaria

de madrugadas

pasa lenta, en el empedrado

húmeda de infinitos brillos

se escapa en un hilo de agua

tragada en la esquina.

 

 

La clama, el pesado silencio
ese olor
húmedo
el cielo como una
boca
a punto de
vomitar...

Tantas veces
ya pasó
como escampó la historia
renaciendo entre la simiente
buena
esa inconveniencia de la maleza.

Las revoluciones
solo cambian verdugos
sin mermar víctimas.

 

Pude leer en las oscuridades del cielo

 

Eso pensaba

apenas iluminado

por una luz titilante

a punto de claudicar

cuando las primeras gotas

comenzaban a descender

invasoras

ignorantes de mi oscura soledad

esperando un día más

para vivir

sabiendo que la realidad

solo era un matiz de la razón

y el infierno

un espejismo de los buenos.