“Aquí y en cualquier parte,/ coinciden los puntos de vista,/ en que el amor siempre
es un arte,/ el que falla es el artista”.
Voy solitario, en el juego de la vida,
me arrastro o floto y no toco el piso;
recordando a alguien que me olvida
o queriendo a quien nunca me quiso.
La vida es alud de acontecimientos
y alguno en tu destino se empalma,
en positivo o negativo, sentimientos
que entristecen o alegran tu alma.
En ocasiones te sientes pesimista
piensas cosas tristes y te envicias,
dudas incluso que el amor exista
y busca tu ser un alud de caricias.
El frío arrecia y no parece cambiar,
cala en mi piel, hasta en mis huesos
y yo muy irónico me pongo a pensar
en lo cálido que es un alud de besos.
Continúo caminando y a mi cara triste,
se antepone la risa de unos pequeños;
imagino entonces que el amor existe
al percibir en ellos un alud de sueños.
Y hay lágrimas que a mis ojos brotan,
un suave rumor escucho en la brisa
y noto algo que algunos poco notan,
el alud de esperanzas en una sonrisa.
La vida refleja resultados positivos
o por el contrario, algunos adversos
y van variando siempre los motivos
para refugiarme en aludes de versos.
¿Eres acaso, una portadora del amor?
¿Vive en ti así como por obra de arte?
Eso es obra de Dios y tendré a lo mejor
¡un alud de bendiciones para darte!
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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