Todo comenzó cuando desperté de un largo letargo en mi vida. Ahí estaba junto a mi terraza el banco.
Comprendí que ese banco había vivido muchas historias y las que aún sigue viviendo.
Déjenme pensar, ah sí! Está la pareja que no para de darse arrumacos el uno al otro sin importarles quienes pasan a su lado. Por otro lado está la pareja romántica que agarrados de la mano contemplan el ancho mar.
Los hay otros u otras que no paran de hablar como si el tiempo se hubiera detenido y estuvieran disfrutando el momento.
Los hay sentados de todas las edades; el chico con su madre ya mayor que la cuida tiernamente.
La chica que le dice a su amiga que le saque una foto del trasero sentada en la barandilla. La pareja mayor que no necesita hablarse ni tocarse, solo disfrutan del instante.
Los que se hacen selfies junto a la luna.
Bueno una breve historia del banco que seguiré contemplando hasta que él o ella de arriba diga hasta aquí hemos llegado.
Miachael 1/11/2020
Foto de mi cámara.