Misael-Watanabe

Dulce Agonía

Yo feliz presumía
la joya del amor, vivía.
Otros labios, perfumes escondidos,
me besaban diciendo,
que yo era el único.

Disfruté de la mentira,
una sonrisa incalculable,
que terminaría:
Al son de un buen tequila.

Una petición:
Para querer, para no alejar.
Aquí esperando diluir,
los recuerdos, las caricias,
el día parece largo,
el frío confabula olvido...