Aquí echado en la cama,
entre multitud de rostros
de cuerpos, de trajes verdes.
Apartado de mi vida me encuentro,
con tu foto a mi lado sin enmarcar,
con tu imagen en mi alma.
¡Dios! ¿Qué una imagen pueda
hacer llevadera esta vida?
Los recuerdos me afloran continuamente,
haciéndome olvidar del lugar
y el tiempo en que me hallo.
Tierra mora apartada y olvidada,
presidio en el Mediterráneo.
Yo quisiera tener alas
y poder volar a través de las estrellas,
robarle al cielo una de ellas
para ponerla a tu vera.
A veces sueño, que andamos
sobre las olas de un mar embravecido,
que tú vienes a mi encuentro y yo al tuyo,
que nos fundimos en un abrazo,
que nos hundimos en el fondo arenoso,
rodeados de pecesillos coloreados.
Yo Neptuno, tú mi sirena.
A veces sueño, que no existe
nadie más que tú y yo,
que nadie nos puede prohibir nada,
que nadie nos puede separar.
Pero son nada más que sueños
volátiles y pasajeros,
con esto no me basta,
ni para vivir, ni para morir.
Necesito además de esta foto,
su cuerpo, su voz, su mirada,
con ella tendría lo suficiente para morir...
El cansancio y el hastío
de tanta monotonía inútil,
me hace constantemente
cambiar de humor,
sin que ello sea capaz
de cambiar la circunstancia...
Tu foto y tu imagen en mi alma.
(c)1982 Rafa Quero y Ermanué