El cielo arrebujado con nubes sigilosas
y en libertad volando sus figuras hermosas.
Cubren bastos terrenos que llenos de penumbra
se colman de frescura porque el sol poco alumbra
y un potro pura sangre con belleza deslumbra
en el prado verdusco que una nube lo adumbra.
¡Qué majestuoso cielo presume el infinito!
¡Qué majestuoso cielo con celaje bonito!
Tus lágrimas derrama sobre el jardín de rosas
regando con frescura lo que aún no relumbra
para que luego nazca frondoso el capullito.
¡Viendo el cielo medito!
¿A dónde vuela el alma si un cuerpo yace inerte?
¿Quién le llevará flores al lecho de su muerte?