Baja nuestro amo por las veredas,
Uniéndose con nuestras almas en la ribera,
Siempre en ti mi corazón piensa,
Juntas nuestras almas juegan.
Las estrellas sobre nosotros se posan, silenciosas llegan,
Nos encuentras acostados, esperándolas sobre la tierra,
Las nubes lentamente pasan y sueñan,
En el cielo de la Venezuela vieja.
Te tomo en mis brazos en esta noche fría,
Entre nosotros no existe la monotonía,
El viento partes de nuestro amor se lleva,
No importa, nace como cada año la primavera.
Me lleno de tu aroma con amor sin ausencia,
Cubriéndome con el velo de tu alma ligera,
Nuestro amor es único e interminable como una leyenda,
Vierten como ríos con sus aguas eternas.
Juguetean al vernos las estrellas ingenuas,
El viento mueve las ramas de los árboles serenas,
Le se va con calma a la lejanía,
Parece que quiere encontrar la luz del día.
“Caminamos de la mano por las colinas, mientras el viento mueve las polvorientas encinas, la noche cada minuto más oscurece, nuestro amor es más grande, se aparece.”