Hay un barco que hace tiempo
no le es fácil navegar,
lo azotan todos los vientos
en el medio de la mar.
Lleva su casco ya viejo
su timón ya ni se mueve,
no funciona el aparejo
y echar el ancla no puede.
Hace un tiempo que resiste
la furia de Poseidón,
será porque Dios lo asiste
dándole su bendición.
De todas formas el tiempo
va dañando su estructura,
y lo tiene en un lamento
de tristeza y amargura.
Soportará lo que pueda
o el Supremo le permita,
donde lo lleven las olas
cuando su historia esté escrita.
Finalmente se hundirá
en las aguas turbulentas,
y nadie se acordará
del barco y de la tormenta.
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Jorge Horacio Richino
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