Eliseo J Benitez

El último adiós

Nadie sabe cuando será el adiós, cuando los pensamientos acaban. Nadie entiende la vida o la muerte como para sonreír; nadie conoce el tiempo y la nada.

El cuerpo en descomposición es lo mismo que el alma rota. No puedes unir la alegría, no puedes fingir el dolor. Mi habitación siente tu vicio, mi corazón te anhela una vez más, aunque ha llegado tu hora y el tiempo de decir adiós.

No me iré lejos, aunque lo haga me seguirá tu injusticia, tus preocupaciones, y tu dolor. Mis ojos cansados, inchados de lágrimas está airado de tanto pudor. 

Si podría cambiaría el mundo, reduciéndolo a ceniza, por que es lo justo. Aunque injusto por personas de valor. Pero aún así, no somos merecedores, ni podemos pagar el alto precio con honor.

Aunque es una pena, deseo la espera de tu aparición, y de las vidas que rescataste y del testimonio que diste. Ellos tienen gran peso en la Gloria, a fin de vernos sin decir jamás adiós.