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LA ALEGRÍA

LA ALEGRÍA.

 

Esa invasión irresistible y deseada

suele atacar a media mañana en días soleados.

Llega escondida en una brisa fría.

Mece las hierbas y los cabellos de los niños.

Y hace cosquillas a las florecitas rastrojeras.

Le gusta el cielo azul de nubes limpias,

en los que planean y juegan antes de migrar

las golondrinas.

 

Hay algunos que dicen haber visto,

que también la traen las abejas colmeneras.

Que es peligroso y podemos de ella contagiarnos,

sí bebemos la miel directamente de las flores.

Que es como una borrachera con mistelas,

de frutas dulces y de flores.

 

Produce una euforia tal y una demencia,

que nos enamoramos enseguida de las niñas.

Que nos seduce la menor sonrisa,

y no volver a trabajar sería una delicia.

Y caeremos de espaldas sobre el pasto,

con la mirada perdida en el espacio.

Sonriendo, cantando, y sordos como locos.

Es una enfermedad muy poco analizada,

se le conocen con el nombre de alegría.

 

León M.N. septiembre 9 de 2014.