VITRALES DEL ALMA

MI DIARIO: BLANCA LIBÉLULA

 

 

 

 

*

 

Las voces pasan por los signos de los tiempos defendiendo la libertad,  y tú y yo,  encadenando  nuestros corazones al amor que  se sumerge en el lago  de la vigilia perenne.

 

El aire balancea en los pulmones agitando  el elixir secreto de mi sangre, que  inmisericorde, acerca el cáliz prohibido a tus labios y a los míos,  haciendo de los cuerpos,  uno.   

 

Amore mio, el campanario de mis pechos se sacude al vaivén de tu nombre,  el carmesí de mis  labios intensifica y  mi piel eriza.

 

¿¡Es acaso un piélago de muerte  o un mar que vivifica!?

 

 

Y la vid  fue  un instante

Que eternizó  la  mirada

 

Se  hizo aire y sacudió

Mi bata traslúcida

 

Las mariposas  de mis pechos volaron

Y  adheridas a tu boca imploraron

 

 

La blanca libélula  se hizo agua

Y cayó  entre tus  dedos

 

La sangre se hizo vino

Y embriagó las  pasiones

 

Y las horas… Y las horas

El reloj  detuvo

 

Y un  río de versos  recorrió nuestros cuerpos   

 

De la cabeza a los  pies. 

De los pies a tu cabeza

 

Y un río de sueños

Cristalizó en  nuestras manos.

 

 

* Imagen: Créditos a su creador 

Luz Marina Méndez Carrillo/02112020/ Derechos de autor reservados