Raiza N. Jiménez E.

Sobreviviente.-

 

Soy hombres, mujeres y niños.

No lo sé, veo en mí solo rarezas.

Me aferro a la flor color cereza;

y no tengo tiempo para guiños;

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menos aún, para proveer cariños.

Vivo en las sombras es la suerte.

Una sombra me grita: “Se Fuerte”.

Las aves nunca me abandonan.

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Con una rosa roja mi boca coronan.

Imagino, ya alistaron mi muerte.

Nota:

Todos los que nacemos estamos destinados a morir.

¿Cuándo?

Todo depende del cuánta vida estás dispuesto a soportar.

Y al final, si eres creyente, cuánta vida Dios me destinó.