Donald Trump está en la mira
de la calaca temida
que, con la muerte lo apremia,
quiere aprovechar pandemia.
Así que lo ha contagiado
con el virus tan mentado,
ese covid diecinueve,
pero, él ni se conmueve.
Tomó mucha medicina,
la hidroxicloroquina,
un coctel a su medida
con confianza desmedida.
No quiere usar tapabocas
tiene unas ideas bien locas,
el tal presidente gringo
más bien es el propio pingo.
En efecto, un tal por cual
que hasta se siente inmortal,
ahora, en la plena inconsciencia,
quiere otra vez presidencia.
Estando en nueva campaña
la parca saca guadaña,
bien sabemos que es muy franca
le pondrá su tumba blanca.
Allá, en el camposanto,
jugará golf, mucho, tanto,
que pasará a mejor vida
con la pelona querida.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 02 de noviembre del 2020
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