¡Yo también viví perdida en sueños!
Añoré príncipes azules
que en briosos corceles
libraran batallas
para una rosa azul
poder obtener
y trayéndola a mi puerta
con rodilla a tierra,
posándola en mi mano
en loco frenesí,
pronunciaran mi nombre
con carnosos labios
y en un sutil ‘TE AMO’
suplicaran de mí el ‘SI’.
Pero en un instante,
las mieles del amor
llenaron en derroche
mi palpitante corazón,
donde el éxtasis llegaba
en miradas de soslayo
e insospechados roces
de piel sin descubrir.
Subí a la cima
por el camino ligero
y sin pensarlo el cielo toqué,
pero en desengaños
como en avalancha
a la sima muy pronto rodé.
Sentí el corazón salir de mi pecho,
ahogado en su plasma lo vi fenecer
y sin ilusiones postrada en mi lecho,
¡Quedé sin fuerzas para florecer!.
¡Más la vida es sabia!,
y luego… otra vez
volví a enamorarme…
¡Mucho más, que la primera vez!.
YALI.