Como siempre yo te pienso
Con la mente, con los huesos,
Con los sentidos aviesos
Y el corazón muy tenso;
Y jamás yo me dispenso
El no conservarlos presos,
Los recuerdos de tus besos
Y la dicha del comienzo;
Es doloroso el ocaso
Entre tanta soledad,
Pero si sigo tu paso
Tu belleza, tu ansiedad,
El calor de tu regazo,
Vivo con felicidad…