Donde los rayos de luna traviesos,
ahí cuando cómplices alumbraban,
y donde tus caricias rebosaban,
ahí, Yo fuí la delicia de tus besos...
En el lugar nuestro, más ya no existe
la flor en el jardín que descubrimos,
ni por cierto el edén que construímos,
ni abrojos... del Amor que Tú me diste...
Cariño, hoy te confieso, cuando voy,
he buscado en el cielo que confunde
la nube, a aquel que mi mente hunde
En la más necia devoción que aún te doy,
pregunto inútilmente si te esconde...
no responde, y un mar de recuerdos soy.
Autor: Marco Fabio Vázquez H.
Cd. Delicias Chih. México
enero de 2006