J.K.

Romance, arena y olas de mar : Noche blanca, plano onĂ­rico

En mis pies la noche llana,
en su pelo un áspero sosiego,
mi mente el agudo sueño clama,
aristas de sus labios el misterio


Baila la noche en nuestra almohada,
en mi cuello yace su suspiro tibio,
aire húmedo rocía y en calidez sana
álgido abismo huérfano de alivio


Mentor abstracto de una realidad plana,
de esdrújula es la túnica del delirio,
cubriendo la ofrenda que atrapa
al sueño inerte en un mundo nimio


Respira mi mano por su piel clara
redactando cuento empírico,
compuesto de una noche blanca,
expuesto en un plano onírico


Cabe imaginar, desnuda la luna fatua,
dádiva de vida, en sus cráteres esconde,
de deidad herida una gran estatua
protegida en luz, destellos deformes


Emiten éstos, rayos inclementes
de bioluminiscencia que ciega
a erráticos demonios indecentes
que vagan en sombría tierra


Arisco el tiempo, con celos espanta
a segundos perennes de gratitud,
evocados en el fortuito mantra
invocado por la pasión con ímpetu


Y yo que le rezaba a una fe dormida,
descubrí oculta en un altar, la doctrina
del despertar en sus ojos, llenos de vida,
rendida al verdor de la esperanza divina