Alfredo Saez

-Piden Pan-

 

 

La profecía de infinitos lamentos ya es

- danzando   sus ignotas proyecciones-

 muy  extrañas sibilas y zahoríes.

¿Qué dicen sus capciosas estrofas

arenosos  espejismos sin paisajes,

murmullos de grillos y camoatíes?

¡Todo lo sabido! y mal interpretado:

las guerras culpa son de  solo una  enzima

y el resto de terrores, un dado colorado.

 

Las ciencias y los azares se replican

en laboratorios y campanarios

de paralelas latitudes norteñas

y meridianas longitudes orientales.

Torpes esoterismos  de azabaches

 de perspectivas algorítmicas inconclusas,

cegueras visibles -sin Cruz- para los males.

Repica en lo más alto del minarete

 lánguida voz del perseverante muezzin

que tremola el tiempo del Ramadán.

Pocos escuchan al oído universal

¡lágrimas! “tierra líquida” derramante

voz de Bauman ...y de niños que piden pan.