AÚN DESAPARECEN
Hay monstruos acechando en mi cocina,
arañas a montón en las paredes,
vi un sapo perdido en mi oficina
y el techo transformándose en mil redes.
Me dicen que no existe medicina
y quieren encerrarme en unas sedes
dispuestas por consumo de heroína
u otras para zafar si de ellas puedes.
No comprenden que drogas no consumo
y por vivir feliz pongo el empeño;
solo a veces tabaco es lo que fumo.
Le temo a la injusticia y al desdeño,
la trata de inocentes no la asumo
y quieren condenar un simple sueño.
Si bien no existe un dueño,
aún desaparecen sin valijas
y llamo a reflexión por nuestras hijas.