La poesía nube o rosa
la poesía que no toca la carne
la poesía que no se ensucia
que procura embastarse y darse costura
y salir airosa y combatir poco, aunque perfecta,
redonda; la poesía hermosa, y sola, y sin vísceras
colgando de las manos.
La poesía rota,
como una vena ardiendo, saliendo, surgiendo
de sus vasos capilares, de sus intermitencias
misteriosas. La poesía columna, vértebra partida.
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