Una escalera
que sube hasta los cielos
hay que seguir.
Se sube andando,
un paso cada día
hasta el final.
El cielo espera
con muchas novedades
para nosotros.
Sueños y mitos
plagados de leyendas
están allí.
Es esa parte
de vida y de utopía
que hemos leído.
Un dulce cóctel
que embriaga los sentidos
con su candor.
Quiero beberle,
sentirle por mis venas
y estar en él.
Es ese cielo
la meta de la vida
con su escalera.
Y ascenderemos,
por mucho que nos cueste
ganar el cielo.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/06/20