Ella dijo con ternura:
Entra a tu huerto sagrado,
Beberás vino a mi lado
Con un toque de locura;
Hallarás esa hermosura
De un aroma no encontrado,
De sutileza, el estado
De una divina aventura;
Yo le dije: amada mía,
Voy en busca de tu amor,
De esa tu eterna alegría,
De ese embriagante licor
De esa idílica armonía,
Del más honesto fervor…