7 de Noviembre del 2020.
Sola en mi habitación...
Denuevo, se me escapa el alma.
En las últimas horas he escuchado a mis pensamientos, a mis recuerdos; cosas, a las que le he prestado atención.
Dicen que el destino ya está escrito y hay quienes van por ahí diciendo que pasará en el de cada uno...
Y algunas veces,
como quisiéramos que lo que dicen fuera cierto, y otras, preferiríamos que no.
Lo cierto, son los hechos.
Y un hecho es...
que es mentira el cuento que me he querido seguir creyendo
y lo son también los sueños en los que nos veo juntos...
mientras divago o cuando duermo.
No.
La realidad es dura,
pero debo aceptarla de una vez por todas.
Tú no me quieres...
y mucho menos, me amas.
Las palabras se las llevo el viento y yo me fui con ellas...
Me desvanecí.
Deje de existir para aquel que me escribiera un día...
que jamás me podría olvidar.
Dios... Cómo hacer para que no me duela.
Cómo hacer para no sentir ésto que siento en el pecho...
que es más hondo y desolado que un hueco oscuro;
que es un vacío... lleno de anhelos, de besos, de llamas ardiendo y quemádome las entrañas.
Cómo.
Dios... Ayúdame.
Quisiera desaparecer.
Quisiera.
...
Por qué.
Ojalá pudiera entender.
Por qué. Sí sé muy bien, que fue por mi bien...
justo es, que no me siento bien.
Sabes...
A veces, en mis locos desvaríos, me gustaría despertar
(pues pienso que es un mal sueño ésto)
y recibir una señal suya,
de que...
Al menos, me lee.
Pero...
Sabes qué también Dios.
Siento en mi alma,
que lo peor es que, de algún modo, tengo una certeza de que sí me lee
y aún así
...
No le importa.
Y eso, eso... Me está matando por dentro.
Dios...
Estoy perdida en éste limbo.
De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )
Escrito y publicado el:
07/11/20
11:16pm
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