Rodeado de unos rostros,
lindos rostros, tristes monstruos.
Lamentan sufrir el gozo
de ser esbozos en creación,
sus sonrisas se maquillan
libres en la red social.
Una red en la que brillan
donde se congela su expresión.
Son familiarmente extraños,
todos sociables y huraños,
felicitan cumpleaños
a algún célebre desconocido.
¿Será tristemente divertido
compartir la soledad?
¿Será triste y divertido
ver partir la soledad?
Los sueños no se persiguen
porque en vida son tangibles,
cuando buscas que te abrigue
la capa del mundo material.
Estoy envuelto de rostros
mustios rostros, bellos monstruos.
Andan jocosos en círculos,
apresados en el mismo punto.
Sus lágrimas desmaquillan
flores del mundo virtual.
Mismo mundo en el que opinan
todos los extraños en conjunto.
Extrañamente familiares
compartiendo sus ideales,
teóricos y conceptuales
de un auténtico mundo irreal.
¡Es divertido ver lo triste!
Mi compartida soledad.
Han invertido en verlo triste,
planeta partido en soledad
Ya los sueños están nerviosos,
nadie acudirá a recogerlos,
fueron enterrados en fosos
aislados de lo superficial.
Un niño observa mi rostro,
triste niño viste al monstruo.
Caminando en el espejo,
reflejo hacía ninguna parte.
Lágrimas del monstruo llenan
vacíos de una verdad.
Risas del niño vacían
esporas de llena dualidad.
Rostros extrañamente familiares
a doctrinas ajenas obedecen.
Doctrinas de extraños y familiares
juzgan como si nos conociesen.
Ya no es tan divertido estar triste
cuando asiste la felicidad.
Llano es lo vertido en este chiste
de verte convertido en falsedad
¿Y los sueños dónde esperan
si has dejado de soñar?
¿La existencia dónde sueña
si no para a descansar?
¿Cómo voy a seguir mi sueño
si lúcido jamás lo he visto?
Y el único sueño que veo
es aquel en que no existo
Acorralado entre rostros,
bellos universos latentes.
En cada espejo grandes monstruos
se sentencian mutuamente