Desde que aparecieron tus ojos,
en mi soberanía,
como hojas en otoño,
no hago otra cosa que ser feliz,
ebrio de vos ando todo el dia,
hasta punto de no saber si camino o vuelo,
hasta el punto de no saber si sueño o estoy despierto,
y no me importa que me llamen loco por tu causa,
al fin de cuentas es mi corazón el que palpita,
como caballo en pleno galope,
como la mas furiosa ola de mar,
contigo descubro que he nacido para ser volcán de amor,
ave que quiere tu cielo,
soldado que quiere morir en tu piel.