\"Lucifer en tu psique y me tiembla
Hasta el meñique del Sentimiento.
Espero no fastidie mi ni medido verso,
Solo converso a Mí Mismo, no te interesa?...
Amor a todos
Escuchadme si os place, si no, no dudeis al olvidarme
Os quiere:
Sergio
Os doy algo de mi antigüa cosecha:
Los orígenes del miedo fueron terribles
Mas todavía ahí se oía el sonido de una risa.
Cuando nació el odio de su madre dolorida
Cantaban los vientos sentimientos al oido de los buitres.
El día que la muerte vino a la vida
Las musas inspiraron al ser la primera poesía.
El siguiente ezcrito ayer:
Un regalo (pero este Sentimiento pertenece solamente a mi Luna, que conste, la plaga caiga sobre aquel que la maldiga)
DARDO DE AMOR
Si, solo por un momento, conmigo
Tenerte pudiese, eterno lo haría
Y serías mi Luna, Verdad te digo
Y yo, tu amigo, el Sol de tu día.
Parece utopía, pero tal vez
Nuestros sueños serán cumplidos
Y podremos al fin unirlos...
Va empequeñeciendo tu palidez,
Luna, al aparecer Cupido
Hasta parecerte a los mirlos.
Levantarás ahora el vuelo
Hacia la Noche, sin ver al suelo?
No, no le temerás ya al flechazo.
Dardo de Amor tras tu penacho.
Apolo
El siguiente se lo dedico a otra persona. Eya sabe
LÅGRIMAS DE COCODRILO
Sola habla su silencio significativo;
Nada llena de versos sigilosos;
Lo calla todo, hace un giro,
Con su cuerpo bonito un reverso fingido,
Y se va con sus lloros,
Junto a sus amigos los cocodrilos
Afónicos, al fondo del fango sonoro,
Allí lleva el llanto para ya no decirlo,
Cantarlo alto ante las fauces famélicas
De los carnívoros; así los duerma
Y vuelva a ella la Felicidad, la Dicha
Dicha, y quien quiera que escuche
En la ciénaga sollozar, con noche, su voz dulce,
Razón por la cual no ha sido comida, todavía
Encantado de haberte conocido Afrodita
Un Abrazo
Y vosotros esperad un momento que no se ha caido el telón aun (tal vez nunca?)
A TODOS LOS POETAS MUERTOS, O INMORTALES?
Y se les heló el vino en las copas,
Y se les cayó la ropa como ceniza
Mientras se embrutecía en la atmósfera
Una tensión tan furiosa contra la Vida.
Y les hurtaron la sangre de las venas
Y les metieron la pena homicida
Mientras el río corría cuesta arriba
Y el Sol no quería que el día saliera.
Les hablaron de cosas
Por todos desconocidas
Como si ciertas fueran.
Les cerraron las puertas
Que a cualquiera abrían.
Les negaron las rosas,
Los lirios, los idilios de las mariposas,
Los eternos misterios los pusieron en la sombra
Donde no pudieran encontrarlos.
Les pusieron candados en sus bocas
Prohibiéndoles el derecho al beso.
Los humiyaron, y ya renegados
A dormitar en cárceles mórbidas,
Les dieron el ejemplo malo
Y eyos lo hicieron todo al contrario.
Laceraban sus lenguas con esparto
Y mataban su tristeza riendo entretanto.
Converso con eyos yo solo.
Pensando me adelanto en el pasado.
Recorro caminos que jamas había pisado
Estando vivo y desvelado. Los oigo
Debatir, dividirse, escindirse, prescindir
De sus raíces, y zalir volando;
Noto el aire que es desplazado
Por un golpe acuàtico. Ecos en el cuarto
Cuando està todo oscuro y apagado,
Seco como los ojos de un loco desalmado.
Los apoyo, pero yo me vuelvo a lo beyo,
Estayo, color de fuego entre el espacio etéreo.
Les doy la mano. Ademas de eyos
Ninguno ora ya a las formas luminosas que flotan en el cielo,
Ningûn ser humano osa seguir mi buen ejemplo,
Ninguno soporta tanto esta mortal soledad,
Simplemente quieren ver pasar el tiempo; mejor es yorar
Versos que sé que seràn cometas yenas de deseos
Y van a la Luna, lujosa casa donde se juntan
Los poetas que se fueron, nunca muertos
Pues cuanto de eyos se recuerda es cuento.
Abrazos