Paseo por los altares de tus lunares,
rozando el atardecer en tus vocales.
No hay belleza más exacta ni hechizante
que un “buenos días” entre tus mares.
La tormenta siempre cesa en tus manos
y la marea más revuelta es un mar calmado,
si nos pesa la vida que sea por atarnos
a unos lazos afectivos que viven desahuciados.
Y sin tener dónde vivir esta tragedia
que la casa más perfecta no se vista de seda,
prefiero calentarme enredándome en tu lana
antes que vivir nuestra historia a medias.
Rízame las ideas, el pelo lo hace cualquiera,
agárrate y afrontemos nuestra era.
Criticándonos; si la gente entendiera...
¡dejaría de ser gente de mierda!
Márcame los pasos de cebra en tu pecho,
que para cruzarte debo caminar derecho;
atento, por si el rojo me impide el cielo
y todo el sentimiento termina siendo desecho.
El pasado es ese libro que te deja marcado,
aquel que releemos para conocernos.
Pocos entenderán nuestra página en blanco;
debemos dejar de mirarnos y empezar a vernos.
Me alojo en el amanecer de tus ojos,
brillan con luz propia, sin piropos.
Te quiero siendo tan tuya que me sonrojo
cuando muestras tu fortaleza sin cerrojo.
Una metáfora en un poro de tu abdomen
me grita que haga arte con tus palabras feroces.
Despierto persiguiendo las horas veloces,
tú me besas y la eternidad se convierte en roces.
La habitación es un búnker de emociones,
tú llorando, yo escribiéndote canciones…
Alegra esa cara, mira todos tus relojes,
el tiempo no para, hagámoslo a voces.
Gritemos que tu idea es la oposición
de mis pensamientos más ilógicos.
Juntos somos materiales peligrosos,
las malas lenguas ya pueden alejarse de nosotros.
Dos átomos creando una fusión nuclear,
tras explosionar ni el hormigón nos logra frenar.
Somos partículas en descomposición natural,
hemos creado nuestro calentamiento global.
Bésame, sin importar el aliento aromático
de un labio que dice estar en año sabático.
Que mi mayor error sea el verso errático
que pone “amiga”, siendo por ti taquicárdico.
Momentos en tu mente crean recuerdos;
mi mente marcó tu sonrisa a fuego lento.
Somos química; y de ti me acuerdo
cuando P ER FE C TA es adjetivo y no compuestos.