El atardecer viene ya.
Desalumbrado a todos en el lugar.
El reino cae en un silencio al ver la luna subir
y a su reina morir.
Los emboscadores corren intentando escapar,
el principie se esconde pues lo ven llorar.
El reino grita, rie y llora al saber que pasara,
el cielo nocturno lagrimea igual.
Un clavel naranja en cada puerta,
el color del oro de respeto ahora será.
El alma de la monarca resuena
matando a todos en el lugar.
El reino fantasma queda
y el que quiera entrar no podrá.
Un espacio oculto en el bosque
la tumba de muchos es ya.